El carbón activado es altamente poroso y puede absorber sustancias no deseadas, sacándolas del sistema digestivo.
El carbón activado no se absorbe sistémicamente, sino que se une a las toxinas a su paso por el tracto gastrointestinal para eliminarlas del organismo. Debido a su capacidad de unión, no debe tomarse junto con ciertos medicamentos de prescripción, ya que podría reducir o impedir su absorción.